La Ăşltima vez que el negocio matrimonial de mi cuñada fracasĂł, ella vino a nosotros de nuevo, tuvo una pelea con mi suegro e iba a quedarse con nosotros por un tiempo. A su llegada esta vez, mirĂ© a mi cuñada con ojos receptivos. Mi cuñada era bajita para su edad, sus pechos, caderas y lĂneas corporales sedujeron al hombre. Y comencĂ© a calcular cĂłmo follarme a mi cuñada. A veces, cuando me estaba follando a mi esposa, decĂa: “¡Si tu hermana estuviera casada, tambiĂ©n me resbalarĂa con ella un par de veces!”Estaba saliendo con mi esposa diciendo. Y mi esposa dijo: “¡No hagas algo asĂ y arruines la vida de mi hermana !ӎl me estaba advirtiendo. Y mi cuñada se vestĂa más cĂłmoda de lo habitual cuando se quedaba en nuestra casa, porque pensaba que no harĂa daño, estaba constantemente enloqueciendo, excitándome, riĂ©ndose de mi polla burbujeante.
Un dĂa, mi cuñada y yo estábamos jugando Ladesh e hicimos una apuesta de que el tramposo comprarĂa su traje favorito. Mi cuñada hizo varios intentos para que escalara, pero no me engañaron. Una noche, mientras estaba sentado con mi esposa, pedĂ cafĂ©. Mi cuñada sirviĂł el cafĂ©, dos botones de su camisa estaban abiertos, cuando vi sus pechos metidos en un sostĂ©n, mi mente se fue, me olvidĂ© del juego Ladesh que estábamos jugando y tomĂ© el cafĂ©. La cuñada dijo de inmediato: “¡Ladeshshsh!ӎl dijo:” ¡Niña, engañé a tu esposo!”se quedĂł pegado a mi esposa, diciendo. Y mi esposa dijo: “¡SĂ, perdiste, Sedar! ¡Ve mañana y compra el vestido de mi hermana!”dijo. AsĂ que aceptĂ© la derrota y dije: “¡Está bien, lo prometo, vamos a conseguirlo mañana!Dije. Mi cuñada estaba de humor para la alegrĂa, por supuesto.
Al dĂa siguiente, mi cuñada y yo salimos de casa a buscar ropa para mi cuñada en las tiendas. Bajamos al bazar y visitamos las tiendas juntos. No por el dinero, pero no me gustaban los vestidos que le gustaban a tu cuñada. Los vestidos de la tienda a la que entramos la Ăşltima vez eran muy bonitos, pero esta vez a mi cuñada tampoco le pudo gustar. Mientras la cuñada se probaba un vestido en la cabina, le dijo a la señora que miraba al pasillo: “¡No puedes engañar a un cliente, si yo fuera tu jefa, te despedirĂa de inmediato!Dije. La vendedora dijo: “Señor, mientras lo pida, lo venderĂ©, ÂżquĂ© tal algo?”dijo. ¡PodrĂa ser de ropa sexy y llamativa !Dije. DespuĂ©s de eso, el vendedor se llevĂł a mi cuñada y la llevĂł a otro departamento. Cuando mi cuñada estaba mirando los vestidos allĂ, la señora me dijo: “¿CĂłmo es el estilo de tu esposa?”preguntĂł (pensĂł que mi cuñada era mi esposa). Le dije: “¡Si lo convences, se pondrá todo!Dije.
Mi cuñada se probĂł algunos de los vestidos escotados abiertos que regalĂł la dama. Era la primera vez que veĂa el cuerpo de mi cuñada con tanta claridad que tenĂa ganas de volverme loca. Mi cuñada dijo: “Chica, se ve muy bien, Âżcuál quieres?”cuando dije, ella me mostrĂł un vestido de una pieza con la espalda baja, dejando al descubierto la parte superior de sus senos. Este vestido estaba atado de cintura para abajo. La cuñada dijo: “¡Me gusta esto, pero es caro!”dijo. Yo estaba como, ” ¡No te preocupes por eso!Dije. Cuando mi cuñada entrĂł en la cabaña, le dijo a la dama: “¡Ahora, sexy, muĂ©strame ropa interior tambiĂ©n !Dije. La señora dijo: “¿A quiĂ©n?”dijo. “Para mĂ. ÂżNo es ella mi esposa? Le comprarĂ© la ropa interior que se va a poner segĂşn mi gusto. ÂżQuĂ© recomiendas?Dije. La señora me llevĂł a otro departamento, sacĂł un conjunto de ropa interior del estante y dijo: “Nuevas tangas de moda, las mujeres lo prefieren mucho, las seis están abiertas.”dijo. Me sorprendiĂł, ” ÂżCĂłmo está abierto Six?Dije. La señora se riĂł y dijo: “La parte de la vagina está abierta, para que puedas ver tu trabajo cuando quieras. ÂżTe lo muestro?”dijo. Yo estaba como, ” ¡MuĂ©strame !Dije. ¡Me despertĂ© del bien cuando lo vi!
Seleccioné un traje de acuerdo con las medidas corporales de mi cuñada, compré el mismo traje para mi esposa y lo empaqué. Después de que mi cuñada se fue de la cabaña, nos gustó un vestido para mi esposa juntas, hicimos dos paquetes separados, pagamos todos y salimos de la tienda. Fuimos al coche. Cuando mi cuñada quiso ir en la parte de atrás, dijo: “¡Ven al frente, niña !”Dije, y él se adelantó y se sentó. “¡Adiós, úsala, cuñada!Dije. La cuñada también dijo: “¡Gracias, cuñado, por primera vez usaré algo que enfatice mi feminidad !”dijo. Yo estaba como, ” Vamos… ¡Hasta ahora no he visto nada de tu feminidad! ¡Cuando llegues a casa, puedes hacer un pequeño espectáculo para tu cuñado ahora!Dije. Mi cuñada se sintió avergonzada, se sonrojó, me besó en las mejillas, me dio las gracias de nuevo y volvimos a casa.…
Cuando llegamos a casa, la cuñada dijo: “¡PruĂ©balo ahora para que pueda verlo claramente en Ă©l!Dije. La cuñada dijo alegremente: “¡Está bien!”dijo y se fue, vino vestido. Con el vestido nuevo que compramos, el cuerpo de la cuñada se veĂa hermoso. La cuñada dijo :” HabĂa ropa interior en la bolsa, ÂżtambiĂ©n usaste eso?Dije. La cuñada dijo con vergĂĽenza: “¡No, no me lo puse, cuñado!”dijo. “¡Vamos, pĂłntelo y dĂ©jame ver!”Le pedĂ que se lo pusiera. Cuñada, ” ¡Pero cuñado es una vergĂĽenza !”dijo. Le dije: “Chica, no hay nadie en casa, ÂżquĂ© pasa si lo veo?”cuando insistiĂł,” ¡Bueno!”diciendo esto, Ă©l se fue, se la puso y vino. Me levantĂ© de donde estaba sentada y desatĂ© la corbata delantera del vestido. Su sostĂ©n era transparente y sus tetas eran increĂbles. Cuando mirĂ© hacia abajo, el coño de mi cuñada no habĂa sido afeitado, su coño y sus pelos se habĂan derramado por la parte inferior abierta de las bragas atascadas. “¡Date la vuelta !Dije. Cuñada, ” ¡Es como si no hubiera espalda, cuñado, hay una cuerda delgada en la espalda y casi se me mete en el trasero!”le dio la espalda a la vergĂĽenza, diciendo…
Realmente, el hilo de la tanga le habĂa entrado oficialmente en el culo, ” ¡QuĂ© coño estarĂas haciendo ahora si no estuviera casado con tu puta hermana!Dije. La cuñada dijo de inmediato: “¡Aro! Cuñado, ¡no vayas demasiado lejos!”dijo. “¡Está bien, está bien, te prometo que no irĂ© demasiado lejos, cuñada!”diciendo eso, puse mi mano en su trasero y le di unas palmaditas en el coño. Cuando la cuñada se sobresaltĂł porque no esperaba tal cosa de mĂ, dijo: “¿Nunca has tocado a una chica?Dije. La cuñada dijo: “¡Yo tambiĂ©n le hice tocarlo, pero nadie ha entrado todavĂa!”dijo. “¿ Puedo entrar?Dije. “¡No, cuñado! ¡Nada de seguir adelante!”dijo, y retrocediĂł un poco. “¡Está bien, está bien, ya sabes!”SeguĂ manoseando su coño, diciendo. Cuñada, ” ¡Vamos, tĂo!ӎl estaba diciendo. Por cierto, mi polla se habĂa convertido en una estaca, agarrĂ© a mi cuñada por la cintura, la jalĂ© hacia mĂ, saquĂ© mi polla y la puse a la fuerza en su mano. Dic. DespuĂ©s de tocarme un poco la polla, apartĂł la mano. La cuñada seguĂa diciendo: “¡No! ¡No lo hagas! ¡Eres mi cuñado!”dice que estaba tratando de salvarse de mĂ. Y no lo soltaba, estaba metiendo mi dedo dentro de su coño. El coño de la cuñada estaba completamente mojado. Con la otra mano, apretĂ© sus senos e intentĂ© chupar un poco el sostĂ©n. La cuñada estaba muy excitada, habĂa alcanzado la consistencia para ser follada, fluĂan fluidos de su coño. De repente, me recompuse y me retirĂ©, dejando a mi cuñada en ese estado: “¡Puedes vestirte !Dije. (Para que pueda mendigar por sĂ mismo cuando quiera follar).
Cuando mi esposa llegĂł a casa por la noche, la cuñada se puso el vestido que acabábamos de comprar y se lo mostramos a mi esposa. A mi esposa le gustĂł mucho, dijo que querĂa lo mismo para ella. Y no le dije que tambiĂ©n lo compramos, y luego, para sorprenderlo, dijo: “¡No, consigamos otro modelo!Dije. Esa noche, mi cuñada me mostrĂł su coño en diferentes posiciones con su vestido nuevo en cada oportunidad que su hermana no veĂa, cuando su hermana pasĂł a la cocina, se subiĂł la falda y abriĂł su coño con la mano, me excitĂł a fondo. Me fui a la cama esa noche sin poder hacerle nada a mi cuñada, pero mi esposa y yo follamos hasta la mañana. ¡Y quĂ© carajo! Mi esposa dijo: “¿QuĂ© te pasĂł asĂ esta noche o te excitĂł mi hermana? MĂrame, Serdar, Âżno le hiciste nada a mi hermana, verdad?”dijo. Y le dije: “Amor, esposa, Âżno tienes confianza en mĂ?Dije. “¡ConfĂo, pero aĂşn asĂ, no puedes decirlo! ¡Mi hermana se ve tan sexy con ese vestido!”dijo. AsĂ que hice mi sorpresa y le di a mi esposa el vestido que comprĂ© y su ropa interior. Mi esposa quedĂł muy complacida e inmediatamente se puso lo que comprĂ©. Mi esposa tambiĂ©n era muy sexy. Esa noche, me follĂ© a mi esposa una vez mientras ella estaba en su ropa interior (parte abierta del coño).
La estrategia que apliquĂ© a mi cuñada comenzaba a mostrar su efecto. Mi cuñada ahora me da monstruos todos los dĂas, pero yo no era de allĂ. Estaba sentado en casa un dĂa cuando mi esposa estaba en el trabajo y yo estaba de vacaciones. Mi cuñada vino a mĂ y me dijo: “Cuñado, Âżte ha pasado algo?”dijo. Yo estaba como, ” ÂżQuĂ© hay de mĂ?Dije. La cuñada tambiĂ©n dijo: “¡El primer dĂa casi me follas con este vestido, ahora no hagas clic ! ÂżMi hermana te cansa demasiado en la cama o la tuya ya no se levanta?”dijo. Riendo, dijo: “¿QuĂ©, cuñada, de repente te pusiste una polla? ÂżRecuerdas cuando era tu cuñado, recuerdas?Dije. “¡No lo he olvidado, tĂo, y no puedo soportarlo más!”asĂ que se sentĂł en mi regazo y comenzĂł a tocarme la polla. “¡Detente, chica, no me enciendas, tu hermana me matará, maldita sea!Dije. Pero mi cuñada me agarrĂł firmemente las pelotas y me dijo al oĂdo: “¿No quieres ser el esposo de los dos, cuñado? ¡FĂłllame como te follaste a mi hermana!”dijo. “¿Quieres, chica? Me lo follarĂ© por follarlo,eres virgen, ÂżquĂ© pasa despuĂ©s? Dije.
La cuñada dijo: “Cuñado, tengo 41 años, ÂżquiĂ©n me tomará y causará problemas despuĂ©s de eso? ¡PregĂşntame sobre la agonĂa de no ser follada hasta ahora! ¡No puedo soportarlo más, quiero que me folles!”siguiĂł jugando con mi polla, diciendo. Mientras hacĂa naz, mi cuñada se estaba poniendo muy cachonda. De pie, se subiĂł la falda hasta la cintura, estaba usando la ropa interior que habĂa comprado (con la parte del coño abierta) nuevamente. Levantando una de sus piernas y apoyando el pie en el asiento, mostrándome su coño, que obviamente acababa de afeitar, por la parte abierta de las bragas, estaba abriendo el interior de su coño, tocándome y rogándome oficialmente que follara. Ya habĂa logrado mi objetivo y mi pene se habĂa convertido en una estaca. Inmediatamente me levantĂ© del sofá, sentĂ© a nuestra miel en mi lugar, me agachĂ© en la alfombra del piso, de rodillas entre sus piernas, y comencĂ© a lamer el coño de Dec. TambiĂ©n estaba agarrando y apretando sus senos con una mano. La cuñada cerrĂł los ojos, esperando lo que sucederĂa ahora…
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