Un dĂa, cuando vinieron a Mardin, el esposo de mi prima me pidiĂł mi computadora por la noche. TambiĂ©n le di mi computadora. Kenan estuvo atrapado en la computadora durante aproximadamente 1 hora. Pero, ÂżcĂłmo se suponĂa que iba a saber que podĂas entrar en tus registros de historial y ver que estaba leyendo historias sexuales en este sitio? No me dijo nada durante un tiempo, Kenan. Pero un dĂa, cuando estábamos sentados en el patio por la noche, fumando un cigarrillo secreto de los ancianos( tenemos una casa clásica de Mardin con patio), me dijo: “Selcan, no me malinterpretes, pero serĂa bueno para ti si borraras el pasado cuando te conectaste a Internet. Vamos, Ben, de todos modos, cuando alguien más lo vea, puede que no piense cosas buenas para ti. Eres alguien que ha alcanzado cierta edad, por lo que los sitios a los que ingresas son normales, ¡pero aĂşn asĂ prestas atenciĂłn!”tan pronto como dijo eso, agua hirviendo bajĂł por mi cabeza.
Porque somos una familia mutaqib (aunque no tengamos turbante). PodrĂa haber sido malinterpretado en cualquier momento. Pero Kenan hablĂł tan cálidamente que me sentĂ cĂłmodo confiando un poco en ello. Mientras hablábamos como si nada hubiera pasado, el hecho de que un hombre supiera de las cosas que estaba haciendo comenzaba a diluirme. Kenan era realmente un hombre muy guapo y atlĂ©tico, mi cerebro daba vueltas cuando pensaba en estas cosas, eyaculaba mis piernas a menudo donde estaba sentado, mirando a los ojos de Kenan. Ahora pasaba cada momento de mi tiempo pensando en Kenan. SĂ© que lo que hice estuvo mal, pero aĂşn asĂ, algo me dijo que Ă©l tampoco estaba vacĂo de mĂ. Además, como tambiĂ©n conocĂa los problemas que tenĂa con su esposa, pensaba en Ă©l con aĂşn más ganas.
Un dĂa fuimos a desayunar con ellos de nuevo. Cuando me levanto por la mañana, no uso sostĂ©n, y ese dĂa volvĂ a ponerme una camiseta blanca y me sentĂ© a la mesa escondiĂ©ndola lo más posible. Pero creo que Kenan se habrá dado cuenta de que constantemente miraba mis senos. Cuanto más lo pensaba, más duros se ponĂan mis pezones y más se me regaba el coño con el efecto de haberme despertado. No podĂa quedarme quieto. Mis padres hablaban de algo, Kenan participaba en las conversaciones y, a veces, me golpeaba con las palabras. Dic. Pero no estaba de humor para hablar de nada, ni para comer nada. Entonces Kenan intentĂł fumar. Estaba sentado justo frente a mĂ, y cuando se puso de pie, vi la hinchazĂłn en la parte delantera de sus pantalones cortos. Era tal oleaje que si no me daba vergĂĽenza, me acercaba y lo sacudĂa con las manos. Creo que Ă©l tambiĂ©n notĂł mi apariencia. Pero no tenĂa nada que hacer, era tan malo. Cuando me metĂ en la cama esa noche, pensando en Kenan, me acariciĂ© el coño repetidamente y me temblaron las piernas, eyaculĂ© como inundaciones de agua.
Un dĂa, mientras estaba sentado solo en casa de nuevo, Kenan llamĂł por la ventana: “Selcan, no hay nadie en casa, y tambiĂ©n tengo un cafĂ© extraño, Âżpuedes hacerlo por mĂ si no es una molestia? ¡Y fumaremos juntos!”dijo. Esta fue una oportunidad increĂble para mĂ. Fui justo al lado de la casa de mis tĂas, fui a la cocina y comencĂ© a hacer cafĂ©. Mientras tanto, Kenan llegĂł en diciembre. VestĂa pantalones cortos ajustados y una camiseta, mostrando todos los contornos de su cuerpo. Especialmente porque su gran polla, que se veĂa debajo de los pantalones cortos, me habĂa encendido de nuevo. Mientras charlábamos aquĂ y allá, tambiĂ©n tomamos cafĂ©, inmediatamente llenĂ© las tazas y nos sentamos en la cocina y encendimos nuestros cigarrillos.
Los temas se abren a medida que se abren, pasamos a los problemas que Kenan tuvo con mi primo. Kenan decĂa que su esposa era muy reacia sexualmente y que solo podĂan estar juntos una vez cada 4 meses más o menos. Le dije: “¿No estarás demasiado ansioso? ¡Quizás el problema sea contigo!”Dije:’ Algo asĂ. Pero tambiĂ©n me dijo: “SĂ, estoy muy dispuesto, tal vez, pero creo que es por eso, ¡y creo que las medidas son un poco excesivas, tal vez por eso!”dijo. Y yo dije: “¿QuĂ© quieres decir con un tamaño?Dije. “¡No importa, superemos esta parte!”dijo. Pero sabĂa lo que querĂa decir. Cuando preguntĂł persistentemente: “Selcan, ¡está mal que yo siquiera hable de esto, pero entiende, el tamaño de lo mĂo es un poco grande!ӎl dijo :’ avergĂĽĂ©nzate. Le dije: “¿QuĂ© tan grande es, ya que dijiste que es grande?”PreguntĂ©. Me dijo indirectamente: “¡AquĂ está, unas 5-6 pulgadas más grande de lo normal!”dijo. E inmediatamente dije: “¿Cuánto es normal? ÂżCuánto es tuyo?”PeguĂ© la pregunta diciendo. “¡Oh, Selcan ya, eso son 23 pulgadas! “dijo y se puso carmesĂ.
En ese momento, tambiĂ©n me sentĂ extraña por dentro. Cuando caminaba por Internet, veĂa pollas de hombres, pero creo que esto era algo completamente diferente. Y naciĂł en mĂ el deseo de verlo lo antes posible. Mientras pensaba en estas cosas, desafortunadamente, Kenan estaba tratando de cambiar de tema, saltando sobre todo tipo de otros temas debido a la temperatura del clima. RompĂ mi intenciĂłn una vez. QuerĂa darle mi virginidad, que conservĂ© hasta esta edad, a Kenan, el hombre en el que he estado interesado durante un tiempo y el hombre de mis sueños. Por cierto, nuestro cafĂ© casi habĂa terminado. Dic. En ese momento se me ocurriĂł una idea, fingĂ estar mareada mientras tomaba nuestras tazas y me caĂ en sus brazos…
Antes de que Kenan se sorprendiera por lo sucedido, dijo: “Selcan, Âżestás bien? ÂżDĂ©jame traerte un poco de agua?”cuando dije eso, ya habĂa comenzado a sentir todos los contornos de su cuerpo. Incluso puse mi mano sobre el estĂłmago de Kenan porque mi mano estaba inactiva. Pero Ă©l no estaba al tanto de todo esto, estaba tratando de cuidarme. Mi mano estaba ahora en la entrepierna de Kenan, y yo estaba en el regazo de Kenan. Lo que sea que sucediĂł sucediĂł en ese momento, y cuando abrĂ los ojos y mirĂ©, vi que la expresiĂłn de Kenan tambiĂ©n cambiĂł, y de repente nuestros labios se unieron. Era como si no nos estuviĂ©ramos besando, nos estuviĂ©ramos comiendo los labios. Como sabĂamos que la gente de casa no llegarĂa hasta la noche, todo iba como yo querĂa. Mientras Kenan se comĂa mis labios, por un lado, sus manos se movĂan sobre mis senos, por otro lado. Estaba empezando a volverme loca, estaba siendo tocada y besada por un hombre por primera vez. Mis movimientos eran novatos, pero Ă©l me guiĂł tan bellamente que ni siquiera era trabajo volverse loco.
Pase lo que pase ahora, pensando: “¡Kenan, quiero ser tuyo!Dije. Inmediatamente me levantĂł, me sentĂł a la mesa, lentamente me quitaba la ropa, pasaba sus labios por mi piel por un lado y, por otro, sus dedos exploraban toda mi privacidad. No estaba haciendo nada, pero mi coño estaba empapado y comenzaba a gotear por mi entrepierna. Literalmente gemĂa bajo los labios de Kenan. “¡Eres maravillosa, querida, quiero sentirte dentro de mĂ con todo!”Casi estaba mendigando. Pero Ă©l dijo: “¡Cálmate, belleza mĂa, despacio, no tenemos prisa!”diciendo eso, estaba pasando su lengua alrededor de mi entrepierna por un lado y acariciando mis piernas por el otro. Y cuando vi a mujeres lamiendo sus coños en Internet, dije que ojalá hubiera un hombre que me lamiera asĂ, mi deseo se estaba haciendo realidad. Mientras los dedos de Kenan aplastaban mis pezones, su lengua estaba en mi coño empapado. Yo estaba inmaculada y Kenan me lamĂa el coño como loca. PodĂa sentir que me estaba contrayendo, que algo fluĂa a travĂ©s de mĂ. Mientras empujaba su lengua hacia mĂ, yo temblaba y gemĂa como loca. Ahora estaba rogando: “¡Vamos, por favor, quiero esa gran polla tuya!”porque.
Kenan se levantĂł y se quitĂł la ropa con un chasquido. Era la primera vez que veĂa los genitales de un hombre vivo. QuĂ© cosa tan magnĂfica era, con enormes venas y una cabeza como un hongo. “¿Quieres lamerlo?”preguntĂł, y sin pensarlo, lo tomĂ© en mis manos, primero lo examinĂ© decentemente, lo sentĂ en mis manos y lo tomĂ© entre mis labios. Lo hacĂa como en las pelĂculas de pørnø que estaba viendo. Lentamente comencĂ© a deslizar esa gran polla en mi boca. Y Ă©l me pasaba las manos por el pelo, parecĂa que me dejaba todo a mĂ. Con toda su dureza, pude metĂ©rmelo un poco en la boca. PodĂa escuchar su estĂłmago subiendo y bajando y sus sibilancias a medida que su respiraciĂłn se hacĂa más frecuente. Me levantĂł y me entregĂł a la mesa, estaba haciendo que sus labios y manos hablaran de nuevo. Casi no quedaba ningĂşn lugar donde su lengua no mojara mi piel. “¡Basta, por favor, joder, estoy loco, vamos!”al decir eso, lo estaba haciendo muy consistente . Él me dijo: “Eres virgen, Âżverdad?”cuando dijo:” Pase lo que pase, ¡soy tuyo, tĂłmame! “EmpecĂ© a mendigar .
Ese momento habĂa llegado. Kenan estaba encima mĂo. Por un lado, estaba aplastando mis pezones con los dientes, por otro lado, su gran polla bien endurecida daba vueltas en la entrada de mi coño. Estaba empapado y rogándole que se lo metiera. Primero, Ă©l agarrĂł su polla, dando vueltas en la entrada de mi coño, diciendo: “¿Estás lista, cariño?”dijo. Y no gemĂ, solo dije: “¡Vamos!”Pude decirlo. Estaba empezando a sentir la cabeza de esa gran polla en mi coño. Cuando algunos de ellos entraron, fue como si mi mundo se hubiera derrumbado sobre mĂ. De mi boca, ” ¡Ufff!”una voz gritĂł. Pero a pesar del dolor que estaba sufriendo, querĂa más. Kenan hacĂa cada movimiento con mucho cuidado sin lastimarme. Poco a poco estaba empezando a meterse en lo más profundo de mi coño. Estaba levantando mi entrepierna y abriendo paso para que Ă©l la picara aĂşn más. Él estaba completamente dentro de mĂ ahora y esperando. Cuando lo mirĂ© a los ojos, pude ver el placer que estaba recibiendo. Mi virginidad se habĂa ido y sentĂ que estaba sangrando.…
Cuando Kenan comenzĂł a acelerar sus movimientos, yo tambiĂ©n comencĂ© a gemir. Me estaba follando como en mis sueños, sin lastimarme, lentamente. A medida que se aceleraba, una gran sensaciĂłn de placer comenzĂł a reemplazar al dolor. Mi cuerpo temblaba como un gorriĂłn pequeño. Estaba gimiendo debajo de Kenan como loca. Mientras entraba y salĂa de mi coño, los sonidos de mis aguas de placer resonaban en la cocina. Nuestros cuerpos estaban unidos, podĂa sentir todo el peso. EnvolvĂ mis piernas alrededor de su cintura y Ă©l comenzaba a acelerar aĂşn más en respuesta. Ahora sus movimientos habĂan comenzado a endurecerse, y mientras ella iba y venĂa dentro de mĂ, podĂa sentir todas las venas y todo el calor de su gran polla en lo más profundo de mi coño. Estábamos como locos, y no recuerdo cuántas veces eyaculĂ© hasta ese momento.
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