– mamá, vamos, no estarás lista en una hora, asà que date prisa ahora.
– está bien, hijo, me vestiré de inmediato, salgamos.
habĂan pasado 10 minutos y mamá aĂşn no habĂa terminado su trabajo. Me levantĂ© y fui a su habitaciĂłn para advertirle. NotĂ© que la puerta era diciembre. PensĂ© en mirar desde el sofá del pasillo, y no entrĂ© en la habitaciĂłn y volvĂ al pasillo con pasos silenciosos. Mi madre se movĂa de derecha a izquierda. La puerta de diciembre era muy pequeña, pero incluso esos pequeños segundos fueron suficientes para mĂ. Llevaba puesta la falda, pero aĂşn tenĂa puesto el sostĂ©n. Con su cabello rizado, pechos regordetes y hermosas caderas, era casi como una diosa, y parecĂa estar en medio de un festĂn visual. Puse mi mano en mi polla sobre la bufanda y comencĂ© a acariciarla ligeramente. Pero de repente recobrĂ© el sentido. QuĂ© estaba haciendo. QuerĂa algo que nunca sucediera, ni siquiera contra mi madre. Estaba tan avergonzada de mĂ misma, pero no podĂa dejar de quererlo todo el tiempo. EncendĂ la televisiĂłn y esperĂ©, y mi madre vino 10 minutos despuĂ©s. VolviĂł a ser genial,y deberĂa habĂ©rselo dicho.
– Lo estás quemando de nuevo, mamá, dije que te ves muy hermosa.
SonriĂł levemente, porque nunca antes lo habĂa felicitado. No habĂa oĂdo que mi padre tambiĂ©n estuviera con nosotros.
– De verdad, muchas gracias, hijo mĂo, dijo, y no descuidĂł darme un beso en la mejilla..
El restaurante era un ambiente cálido en una zona boscosa. Comimos y señalĂ© a mi hermano con la cabeza mientras salĂa a fumar un cigarrillo. LevantĂł las cejas e indicĂł que no vendrĂa. Cuando mirĂ© a mi mamá, ella nos estaba mirando, y se levantĂł conmigo.
BebĂa Sigra delante de mi madre, pero ella nunca bebĂa delante de extraños. Nos sentamos en uno de los bancos en el interior luminoso del bosque. SaquĂ© mi cigarrillo que mi madre
– hijo mĂo, olvidĂ© comprar tĂ©, dijo que tomara 2 y viniera de inmediato.
Fui y compré dos tés y volvà de nuevo.
Mamá ya habĂa encendido su cigarrillo. De repente recordĂ© los cigarrillos que habĂa dejado sobre la mesa. Espero que no se lo haya quitado, asĂ que acelerĂ© mis pasos y fui hacia Ă©l.
Mamá, en cuanto llegue
– hijo mĂo, ÂżcĂłmo es este cigarrillo como veneno, cĂłmo lo fumas?, dijo.
– mamá, me acostumbrĂ© en la universidad, aquĂ, dĂ©jame darte otra, dije que es un poco pesada.
– está bien, quémalo, dame otro desde allà .
Rápidamente saqué un cigarrillo del paquete, lo encendà y se lo entregué a mi madre. Intercambiamos cigarrillos.
– mira, esto es más ligero, dijo mamá.
En ese momento, mi madre, que vio al conejo pasar detrás de mĂ, se iba a levantar y hacer un movimiento, que girĂł la cabeza al levantarse, y parecĂa que se iba a caer de nuevo. Me dije a mĂ mismo, ahora que has comido mierda, ese es Okan. Inmediatamente me levantĂ© y me metĂ en su brazo.
– no me di cuenta de qué tipo de cigarrillo era este hasta que Okan se puso de pie, cómo me daba vueltas la cabeza.
– mamá, sucede después de cenar, y no estás acostumbrada a esto, por eso dijiste
Pero mi madre casi vuela, incluso unos pocos golpes fueron suficientes para mantener viva su cabeza. Lo sentĂ© en el banco, estaba mirando al suelo de nuevo y moviendo lentamente la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda como loco. Apenas podĂa balbucear algunas palabras, pero comenzaba a sonreĂr.
– hijo mĂo, quĂ© cosa tan extraña es esto. Es como si me emborrachara
Si mi padre o mi hermano lo vieran, serĂa muy malo para mĂ.
– mamá, levántate, vamos al grifo, golpĂ©alo en la cara con agua y apenas levantĂ© el pie. Nos tambaleamos y tambaleamos todo el camino hasta el grifo. Mi madre tambiĂ©n se desabrochĂł los botones superiores de su abrigo y se inclinĂł sobre el grifo con una mano, golpeándose la cara y el cuello con agua. Estaba sosteniendo su brazo desde el otro lado. Su blusa y pañuelo en la cabeza estaban bastante mojados. Pero fueron esos hermosos pechos los que hicieron que mis ojos parecieran piedras de adivinaciĂłn. PodĂa ver por todas partes excepto sus pezones. Sus pechos, que casi se deshacen de su sostĂ©n, se veĂan increĂbles. Mi pene comenzĂł a moverse y era obvio porque estaba con tu pareja, pero mamá no estaba en condiciones de notarlo en este momento. Dios, no pude evitarlo. QuĂ© imagen fue esa.
– mamá, te dije que te detuvieras mientras te estás empapando, yo lo haré.
LlenĂ© mi palma con agua y le lavĂ© la cara primero. VolvĂ a poner la mano, esta vez solo mojándola, y se la llevĂ© al cuello. Y fui hasta la parte superior de su pecho. Lo estaba disfrutando increĂblemente, querĂa detenerme por un lado, me preguntaba cĂłmo usar a mi madre en tal situaciĂłn, pero ya no pude detenerlo, he estado obsesionada con solo soñar durante 6-7 años, tengo que hacer algo ahora. Esta vez soltĂ© el brazo de mi madre para mojarme ambas manos. Primero le enfriĂ© el cuello con la mano izquierda. Mi madre mirĂł hacia atrás y respirĂł hondo. Esto me dio una mejor vista. MojĂ© mi mano derecha hasta sus senos y tambiĂ©n la apretĂ© muy ligeramente. Sus pechos anaranjados eran tan suaves como el algodĂłn. Casi exploto.mientras pensaba en estas cosas, mi madre perdiĂł el equilibrio y la computadora portátil cayĂł al suelo. Una mano seguĂa en el grifo. Las oportunidades estaban casi alineadas frente a mĂ.Inmediatamente fui detrás de Ă©l, lo agarrĂ© por la cintura y tirĂ© de Ă©l hacia mĂ. Me aferraba a su magnĂfico muslo. Mi polla ya estaba en el medio y Ă©l estaba empujando el culo de mi mamá y palpitando. Solo pude seguir asĂ durante unos segundos, mi madre lo entenderĂa. Incluso pensĂ© que si Ă©l era Ă©l mismo, definitivamente lo entenderĂa.
Nos levantamos y volvimos a los bancos. HabĂa pasado media hora y mi madre habĂa vuelto a la normalidad. A Mi Mamá
– mamá, no le digas a papá, él me dirá un montón de palabras .
– te dirĂ©, hijo, por quĂ© deberĂa decĂrtelo. Incluso dirĂa que casi me gusta, excepto por las caĂdas y los levantamientos
– ¿hablas en serio?
– por Dios, por eso la gente bebe alcohol.
mamá, él es diferente, esto es diferente. Acabas de fumar un cigarrillo pesado. De todos modos, mi papá llamó 2 veces, volvamos.
Lo superĂ© barato, mi mamá todavĂa pensaba que era tabaco, lo que estaba fumando. RevivĂ todo lo que pasĂł anoche. La forma en que toquĂ© sus pechos, ese movimiento cuando toquĂ© su cuello y la forma en que toquĂ© sus nalgas… Mientras pensaba en eso, ya habĂa agarrado mi polla y comencĂ© a masturbarme. EyaculĂ© en la servilleta con tanta fuerza que mi esperma se desbordĂł. Y un minuto despuĂ©s, ese placer adicto dio paso al arrepentimiento nuevamente. Pero ahora me aceptarĂa como tal. Iba a convencerme a mĂ mismo e ir aĂşn más lejos, y sabĂa cĂłmo hacerlo.
Pasaron los dĂas, mi madre y yo estábamos solos en casa. Dic. Ella estaba limpiando y acababa de terminar, y cayĂł a mi lado.
– okan, te diré algo.
– dime, mamá, qué dirás.
– dame tu último cigarrillo, no hay nadie en casa, déjame fumar una última vez .
mamá, ¿estás segura, mira, te estás emborrachando un poco?
– ¿y si no pasa nada, somos nosotros?
Aunque mi madre solo tomĂł 3-4 inyecciones, tuvo la cabeza una vez. HabĂa dado su primer paso en el camino de la adicciĂłn. EntrĂ©, comprĂ© 2 cigarrillos de marihuana y regresĂ©. Lo encendimos y comenzamos a beber. Mi madre empezĂł a toser con el primer aliento.
– qué gran cantidad de humo sale de esto
– no importa, mamá, solo bebe.
Esta vez tenĂa la intenciĂłn de terminarlos todos. Y sĂ, su cabeza volvĂa a arder. Él estaba sonriendo constantemente
– mi hijo es muy hermoso, este cigarrillo me da muchas vueltas en la cabeza, pero me siento muy hermosa.
– es tan hermoso en tu cabeza, mamá, él es como tú.
– no bromees, lo tienes ahora mismo.
– no bromeo, te digo la verdad, eres muy hermosa.
– muchas gracias, hijo mĂo.
Me abrazĂł el cuello y me plantĂł un beso en la mejilla, pero no pudo volver a salir, solo estaba esperando.
– mamá, levantémonos, déjame acostarte un rato .
Él solo negĂł con la cabeza, pero ni siquiera podĂa ponerse de pie. Iba a llevarlo en mi regazo a su habitaciĂłn. Primero lo estirĂ© en el sofá cama, luego puse una mano alrededor de su cuello y una mano justo debajo de su cadera y lo agarrĂ©. Lo recogĂ y me dirigĂ a su habitaciĂłn, pero no tenĂa prisa. Porque mi mano derecha colgaba alrededor de las caderas de mi mamá en el Ăşnico lugar donde ella querĂa estar. Cuando lleguĂ© a la cama, le entreguĂ© a mi madre a la cama.
– mamá, dĂ©jame quitarte los calcetines, meterte debajo del edredĂłn, dormir un poco y luego te bañarĂas.
Ahora tenĂa en la cabeza que irĂa tan lejos como pudiera. Lo agarrĂ© por un pie y pisĂ© ligeramente el pavimento. Su calcetĂn se extendĂa desde una pulgada hasta la rodilla. Le llevĂ© las rodillas hasta la cintura y las plantĂ© en el aire. LlamĂ© a mi madre y la empujĂ© un par de veces, ella estaba haciendo ruidos sin sentido, parecĂa estar durmiendo. QuerĂa hacer esto lentamente. LiberĂ© su falda de la rodilla y la dejĂ© sobre su cintura. CaminĂ© justo frente a Ă©l, le agarrĂ© la rodilla con ambas manos y lentamente le bajĂ© el calcetĂn. TenĂa los pies perfectos. Mi madre vio a una mujer que la miraba con las piernas lisas como el mármol. UsĂ© el mismo procedimiento al quitarme el otro calcetĂn. Ahh mamá, me gustarĂa lamer y tragar estos de la manera que quiero, me gustarĂa explorar cada centĂmetro de cada mezcla. No pude ver su feminidad, me inclinĂ© hacia adelante y mientras acariciaba suavemente sus pantorrillas, mi polla le rozaba las rodillas debajo de mis pantalones cortos. Cuando estaba en el apogeo del placer, mi madre se sobresaltĂł y susurrĂł “suuu”. Luego se arrodillĂł y se puso de costado.
– pregúntale a mamá, pondré las represas frente a ti.
Fui, tomĂ© un vaso de agua y entrĂ© en la habitaciĂłn. Me parĂ© en la puerta y mirĂ© a mi madre. Su cabello negro rizado le cubrĂa la cara. Una mano estaba debajo de su cabeza y la otra mano debajo de su boca. Su cintura estaba ligeramente abierta y su falda estaba una pulgada por debajo de la cadera. No encuentro palabras para describir sus piernas. ComencĂ© a sus pies y me arrastrĂ© hasta sus caderas. DeberĂa haber grabado esta escena. SaquĂ© mi telĂ©fono y le tomĂ© una foto desde todos los ángulos. Luego tomĂ© el agua y me acostĂ© boca arriba. Con movimientos muy lentos, finalmente nos convertimos en un solo cuerpo. TenĂa miedo, temblaba, pensaba en volver a salir, pero el deseo en mĂ me estaba poseyendo. Cuando lentamente le subĂ la falda hasta la cadera, me di cuenta de que valĂa la pena correr todos estos riesgos. Su regordete trasero blanco estaba parado frente a mĂ. AcerquĂ© mi polla un poco más, pero todavĂa habĂa pantalones cortos en la compra.
MojĂ© mi mano y la puse debajo de su cintura justo al lado de su cadera. Mi madre se moviĂł y vino hacia mĂ. Me congelĂ© hasta morir. PodĂas sentir todas las curvas de su cadera. Lo mojĂ© de nuevo y se lo llevĂ© al cuello esta vez. RespirĂł hondo de nuevo. DejĂ© el agua a un lado y puse mis manos debajo de su blusa en la cintura. Casi exploto. CogĂ el telĂ©fono de nuevo y tomĂ© fotos de todos los lados. LlamĂ© a mi madre de nuevo. Luego volvĂ a enderezar su falda.
mamá, vete a dormir, levántate y dúchate, te avergonzarás si viene alguien. Y lo empujé un poco.
– hijo, no puedo caminar, súbete a mi brazo entonces
Quité la mano de mi madre de mi cuello y la sostuve con una mano, y la otra mano se aferraba a su cintura.
– okan, no quiero estar sobrio, lo cual es muy agradable, casi paremos asĂ.
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