porno caseiro El sexo no tiene lugar ni tiempo para mí. es un joven de 24 años. Soy como un toro rabioso que pasa el día con la mujer que quiero. Nunca estoy satisfecha con el sexo, así que tengo relaciones muy a menudo. Soy un hombre que puede ligar con cualquier mujer de la forma que quiera. Ya guapo, musculoso, genial, tipo de Historias Sexuales cuando te conviertes en hombre, las mujeres no pueden apartar la vista de ellas. Aunque es el auto de mi papá, hay un auto debajo de mí, pasamos el rato así a derecha e izquierda, las chicas ven y tav, por supuesto que todo me pasa a mí. Follaré sin perdón en tal situación.

Hay una amiga de mi madre que es nuestra vecina de al lado, la mujer tiene unos 45 años, creo. Recuerdo que pasaron unos dos o tres años entre mi madre y Dec. Una mujer noble, de esas a las que les gusta disfrazarse y decorar, se viste bellamente, observa el entorno. Él siempre me miraba de pies a cabeza cuando nos conocíamos mientras viajaba al trabajo. Aunque no tenía una idea clara de que quería acostarme, estaba claro por sus movimientos, esas miradas, que era un tipo cachondo y descarriado. En su mayor parte, la mujer siempre ha tenido esta actitud hacia mí. A veces, cuando lo veía sentado en nuestra casa con mi madre, podía ver que hablaba y actuaba con mucha más normalidad.

A medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que esta mujer estaba interesada en mí ahora, y me di cuenta de que este interés había estado ocurriendo desde la escuela secundaria. Porque desde entonces, ha tenido movimientos extraños hacia mí. Aunque no podía estar seguro con claridad, algo me habría parecido diferente en su comportamiento. Y a veces decía: ‘Hijo, qué cachondo eres, la tía Ferda te va a pegar’. Después de todo, éramos adolescentes, era como si el mundo girara a mi alrededor. En ese momento, incluso había tomado 31 fotos pensando en él. Las tetas como misiles, el culo regordete y todo eso fue realmente llamativo. También le gustaba vestirse delgada, ajustada, escotada, corta, etc.

En el vecindario donde vivimos, la mayoría de las mujeres casadas se visten así de todos modos, y ella se vistió como si le gustara lucir un extra. A veces, cuando me conocía, se acercaba y hablaba conmigo, catastróficamente me excitaba con Historias sexuales. Tenía un encanto increíble. A veces ella acercaba su escote tan cerca de mi cara que apenas podía evitar enterrar mi cabeza entre esas grandes tetas. En los días en que estaba terriblemente cachonda, filmaba 31 pensando que la follé, que mojé mi polla larga y venosa hasta el fondo de su coño, me corría, imaginando que eyaculaba en esas tetas.

Eso es lo que sucedió cuando mis padres se fueron de vacaciones este verano. Mis cosas se iban a hacer, y no hubo aplazamiento porque hicieron una reserva al frente, y cuando no tuve la oportunidad de ir, me quedé solo en casa. Tía Ferda llamó a la puerta un día y dijo: ‘Si necesitas algo hasta que vengan tus padres, dime, mira, no seas tímido’. ‘Gracias, por supuesto que lo haré, hermana Ferda’, dije. Comencé a llamarla hermana hace un tiempo cuando me dijo :’No me llames tía, me estoy desmoronando, me hace sentir muy vieja’. Cuando accidentalmente dijo tía, inmediatamente frunció el ceño y puso una expresión de bebé. En ese momento, se estaba convirtiendo en una niña traviesa que solo estaba siendo follada.

El segundo día que mis padres se fueron, traje a casa a una chica de la universidad y la follé muy bien. Ella se estaba quemando, así que le di el coño y se lo di a ella. Gritó tanto que me lo follé cerrando la boca hasta el final. Pero resulta que fue escuchado por esta dama en particular. Era como si estuviera escuchando, observando nuestra casa en particular. Cogí a la chica y volví a casa, con un plato en la mano, Pat abrió la puerta. ‘Te estaba trayendo comida para que pudieras comer con tu invitado’, dijo, riendo insinuantemente. Obviamente, pensé que lo vio o lo escuchó, así que le dije: ‘Lo dejé en casa, pero tengo mucha hambre, comeré’, así que ya no hay nada que ocultar.

‘Comamos juntos entonces, comeré solo de todos modos. Jamal volverá muy tarde hoy, dijo que no esperen. De todos modos, los niños aún no han regresado de Esmirna, también tienen exámenes, ya sabes”, dijo. Dije ‘ sí ‘ y entramos. Vi que realmente te hiciste una mesa. Su mesa era una mesa muy larga para ocho personas. Lo vi poner su plato o algo al final. ‘Siéntate más tarde, ya voy’, dijo. Se fue y no regresó por un tiempo. Y luego vino con un servicio que trajo Historias de Sexo para mí, y lo siguiente que sé es que vino vistiendo un camisón mini house. ‘Me estreché, bueno, llevaba pantalones deportivos en dos minutos, para que alguien del apartamento no viera cuando te di el plato’, dijo. Se sentó al final de la mesa y yo me moví al costado de su derecha. Empezamos a hablar, a charlar, pero él constantemente me acariciaba la pierna hasta la entrepierna, hablaba con toques como si nada, se estiraba, hacía diferentes movimientos para lucir sus senos.

La comida que tomó con el tenedor cayó entre sus pechos y flotó, y mis ojos se abrieron como un adivino para descifrar qué iba a hacer ahora. Este me miró y murmuró algo como mierda. Se supone que debe estar tratando de limpiar allí poniéndose bien el camisón con una servilleta frente a mí. Luego, cuando lo jaló bien del lado derecho, su seno derecho literalmente brotó de allí. Me miró e hizo movimientos como si estuviera avergonzado, y pensé, joder, lo agarré por el brazo, lo puse de pie y me quité el camisón de inmediato. Me miró a los ojos como si estuviera un poco conmocionado, un poco feliz y con una mirada traviesa y cachonda.

Esta persona era tan puta que estaba seguro de que me lo follaría, ni siquiera usaba ropa interior para hacerlo rápido. Limpié los lugares restantes donde se derramó esa comida lamiéndola de un lado a otro con la lengua. Comencé a chupar agarrando sus senos y acariciando las Historias Sexuales a fondo. En ese momento, trató de desnudarme y sus gemidos comenzaron a salir levemente. Ella estaba muy cachonda, y me quité los pantalones, puse una pierna en la silla y comencé a tocar su coño desde abajo y lamerlo.

A medida que se mojaba más y más, sus gemidos aumentaban. De repente, bajó la pierna, me levantó, me sentó en una silla y me atacó como si no hubiera comido una polla en años. Los llevó a todos hasta la raíz de su boca y comenzó a enraizar mal. Me recosté en la silla y lo disfruté mientras él oficialmente me follaba su propia boca. Ella estaba chupando tan bien, follando su boca, haciendo pucheros que no necesitaba dirigirme todo. Pensando que la situación de la mujer experimentada era diferente, ya no quería acercarme a su boca, la agarré y la puse en el lugar vacío de la mesa, luego arraigé mi polla con fuerza hasta el hermoso trasero. Ella tenía un coño que era cómodo como un coño. Ella era más bonita que el apretado coño de la chica a la que follé hoy.

Entraba y salía de su coño sin dificultad. Podía sentirlo abrazando mi polla, pero se mojó tan bien que nuestra vecina cachonda Ferda estaba deslizando mi polla en su coño. Mientras estaba follando un poco así, recogí Historias Sexuales y comencé a rebotar. ‘Siempre quise que me follaras en tu regazo con estos brazos musculosos’, dijo. ‘somos el tipo que levanta 150 kilos, te follaré así durante horas, perra Ferda hermana’, le dije. Él seguía riendo y gimiendo, y me acerqué a la mesa y recogí esto de mí. Eyaculó sobre mí mientras iba y venía, sacándolo en su hermoso coño y follándose a sí mismo.

Y luego, cuando me levanté de la mesa, quise ponérmelo en la boca y correrme como imaginaba en la escuela secundaria. Lo hice caer al suelo y me paré frente a él. Entendido. Comenzó una buena mamada usando su mano, boca, lengua. Estaba lamiendo catastróficamente. Era obvio que el sajón esta vez no tenía la intención de excitar, sino de eyacular. Fue realmente agradable follar a esta chica, que definitivamente es muy buena en el sexo, como loca, y finalmente eyaculé directamente en su boca mientras ella estaba en su boca. Todavía está tratando de joderse conmigo en cada oportunidad, y me alegro de beneficiarme de su experiencia de vez en cuando.Dic.