Dijimos hola. PedĂ otro tĂ©. Tuvimos una gran conversaciĂłn mientras bebĂamos nuestro tĂ©. Estaba oscureciendo. Le dije: “Maestra, si me disculpa, me levantarĂ©.”PedĂ el cheque. Él no me dejaba pagar la factura. Dio el dinero y enviĂł al camarero. “QuĂ© linda conversaciĂłn estábamos teniendo. Si quieres, ven y sigamos en mi casa”, dijo. Le dije: “Está bien para mĂ, pero tengo que avisarle a mi familia.”Me levantĂ© de la mesa y me alejĂ© un poco. Mi corazĂłn latĂa con fuerza. LlamĂ© a mi papá. “Me quedarĂ© en casa de un amigo esta noche. Su familia se ha ido al campo y Ă©l no quiere estar solo, ” Pude obtener permiso despuĂ©s de 10 minutos de hablar sobre eso. “muy bien. Podemos irnos”, dije. Se levantĂł de la mesa y empacĂł.
Él está al frente y yo atrás, comenzamos a caminar hacia el auto. Debajo habĂa una blusa blanca ajustada con pantalones de cuero. Debo decir que tiene un cuerpo muy bonito para su edad. MirĂ© tu trasero con pantalones de cuero hasta que llegamos al auto. AbriĂł la puerta principal. “Vamos, entra”, dijo. Nos subimos. Él encendiĂł el auto y comenzamos a irnos. “¿Te gusta mi ropa?ӎl preguntĂł. Estaba aturdido. “Lo vigilaste hasta que llegĂł al auto”, dijo, y sonriĂł. Estaba rojo de vergĂĽenza, Amk. No pude decir nada. Él se habrá dado cuenta de que estaba avergonzado, dijo: “No tienes que avergonzarte, me gusta.”Me quedĂ© en silencio de nuevo. Llegamos a casa en poco tiempo. VivĂa en el apartamento superior de un edificio de apartamentos.
Subimos al ascensor y nos fuimos a casa. Nos quitamos los zapatos y entramos. Le dije: “TomarĂ© un poco de aire.”SalĂ al balcĂłn. Estoy tratando de calmarme. Si me calmo, el pequeño no se queda calmo, Amk. despuĂ©s de mirar afuera durante 5 minutos, entrĂ©. “¿Tienes hambre?ӎl preguntĂł. SeguĂa vistiendo la misma ropa. Pero ahora sus pezones se veĂan en su blusa. “No tengo hambre”, dije. “Bien. TomarĂ© dos cervezas y volverĂ©. Bebemos frĂo”, dijo. Fue a la cocina y vino con cervezas en la mano. Me entregĂł una y se sentĂł frente a mĂ. Empezamos a beber. Miraba subrepticiamente su cuerpo mientras bebĂa. “Bueno, todavĂa no has respondido. ÂżTe gusta mi ropa?”dijo. Siento como, ” Está bien, aga, las intenciones de esta mujer son claras.Dije. He recuperado mi confianza. “Me gusta mucho, maestra”, dije. Él se acercĂł a mĂ. Se echĂł las piernas una encima de la otra. “Suelta a mi maestra tambiĂ©n. ÂżEstamos en la escuela, cariño?ӎl dijo. “¿QuĂ© quieres que diga?Dije. Puso su mano en mi cabello y comenzĂł a acariciarlo.
“Puedes decir mi amor, por ejemplo”, dijo y sonriĂł. Por supuesto, estoy pasando el rato genial, pero me voy a caer de la emociĂłn. AsĂ que puse mi mano en su pierna. Empezamos a acercarnos lentamente. Pude sentir tu cálido aliento. La besĂ© en los labios. Le dije: “Como quieras, mi amor”, y empezamos a besarnos. Nos estamos llenando la lengua los unos con los otros. Se sentĂł en mi regazo sin abrir los labios. Mientras nos besábamos, le acariciaba y pellizcaba el trasero con una mano, mientras metĂa la otra mano dentro de su blusa y caminaba sobre su espalda. Dejamos de besarnos. “¿Vamos a mi habitaciĂłn?”dijo. “SĂ”, dije. Me puse de pie sin dejar que se bajara de mi regazo. Puso sus piernas alrededor de mi cintura. Lo llevĂ© al dormitorio y lo sentĂ© en la cama. Lentamente me quitĂ© primero la camiseta y los pantalones, y luego la blusa. No pude decir una palabra ante lo que vi, Amk.
Ella tenĂa tetas increĂbles. Sus pezones oscuros se veĂan muy bonitos. Lo empujĂ© por los hombros para que se recostara boca arriba. DespuĂ©s de besarla en los labios varias veces, comencĂ© a lamerle el cuello. BajĂ© lentamente hasta sus pechos. Estaba agarrando sus pechos y chupando sus pezones. Él estaba gimiendo levemente. LamĂ sus tetas durante bastante tiempo. EmpecĂ© a bajar de nuevo. Le desabrochĂ© y desabrochĂ© los pantalones de cuero. Le quitĂ© los pantalones con un chasquido. Llevaba ropa interior negra transparente, al igual que sus pantalones. Entonces, incluso mirarlo ha endurecido a mi pequeño como el tungsteno. TambiĂ©n te quitĂ© la ropa interior y la tirĂ©. Su coño era de color oscuro, al igual que sus pezones. LleguĂ© a su coño besando y lamiendo sus piernas. Su coño estaba bastante mojado. TenĂa un olor extraño pero agradable. Por primera vez en mi vida, definitivamente iba a lamer este coño. Muy pronto comencĂ© a lamer. Estaba metiendo la lengua en ella tanto como pude, tomando los labios de su coño entre mis labios y chupando. Dic.
Sus gemidos habĂan aumentado. Cuando comenzĂł a lamer y chupar su clĂtoris, los gemidos fueron reemplazados por gritos de placer. Cuanto más gritaba, más me gaseaban. “ChĂşpame el coño, hombre”, eyaculĂł mientras deliraba. Me acostĂ© a su lado y esperĂ© unos minutos a que recuperara el sentido. Tan pronto como volviĂł en sĂ, dijo :”Es mi turno, mi amor.”Se quitĂł mi boxeador. Él tomĂł mi polla en su mano. Él estaba disparando 31 mientras lamĂa mis bolas. Estaba empujando mis lĂmites para que este placer no terminara de inmediato, Amk. Mi polla estaba literalmente palpitando, amk. Finalmente se lo llevĂł a la boca. PodĂa sentirlo moviendo la lengua mientras se la metĂa y se la sacaba de la boca. No me quedaban más fuerzas para soportarlo. “Él viene”, dije. Tuve la eyaculaciĂłn más grande en mis 19 años de vida. Él seguĂa chupando mientras yo eyaculaba.
SaliĂł como un globo, Amk. Él escupiĂł mi semen en su boca en su mano. EntrĂł y se lavĂł las manos en el baño. EmpezĂł a chupar de nuevo para levantarme la polla. Ya, el mĂo ha subido de inmediato, ehhehe. Se recostĂł sobre su espalda. ToquĂ© su coño un par de veces. Puse mi polla contra su coño. ArdĂa como un horno, esposa Amk. Le dije: “Esta es mi primera vez.”Vamos, no me hagas esperar más”, gradualmente me metĂ en eso. No hay tal placer. A medida que comencĂ© a acelerar, los gritos de esto tambiĂ©n comenzaron a aumentar. “Vamos. Rápido. FĂłllame. Soy tu perra”, seguĂa diciendo algo en la lĂnea de. No recuerdo exactamente porque estaba ocupado en ese momento ehehehe. han pasado como 5 minutos. Ya casi es hora de que me corra. Él estaba envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura y presionándome contra sĂ mismo. Nos abrazamos. Estaba follando por un lado y lamiĂ©ndole el cuello o algo con mis labios por el otro. Le dije: “Me voy a correrme.”
“No sigas adelante y vacĂalo en mĂ, mi amor”, gritĂł, con la voz temblorosa. De repente, sus piernas comenzaron a temblar, su coño comenzĂł a contraerse. Literalmente me estaba chupando la polla del coño. En poco tiempo, los dos eyaculamos. Nuestros gemidos, nuestros gruñidos se mezclan. Apenas me lancĂ© a su lado. “Gracias, mi amor”, dije. “Gracias, yo soy el indicado”, dijo. Nos abrazamos y besamos al máximo. Creo que nos quedamos dormidos. Era de mañana cuando me despertĂ©. Me puse un boxeador. Me lavĂ© las manos y la cara en el baño y fui a la cocina. La encontrĂ© preparando el desayuno vestida con un camisĂłn morado.
“¿Estás despierto, esposo?”, dijo ella. (Mi esposo, quĂ© amk) Fui detrás de Ă©l y le abracĂ© la cintura. Me inclinĂ© sobre su trasero y le di besos en el cuello. “Buenos dĂas, hombre”, dijo. “Buenos dĂas, mi amor”, dije. TambiĂ©n he ayudado con algunas cosas. Preparamos la mesa y desayunamos. “ArreglarĂ© la mesa más tarde”, dijo. Le agarrĂ© la mano. Le dije: “Vamos al dormitorio y retomemos donde lo dejamos.”TirĂ© y tirĂ© de Ă©l. La agarrĂ© por la cintura y la empujĂ© contra la pared. EmpecĂ© a besarme en los labios y esas cosas. MetiĂł la mano dentro de mi boxeador mientras lamĂa y chupaba su cuello. Se arrodillĂł frente a mĂ y me desnudĂł. Se llevĂł al pequeño ya excitado a la boca. SeguĂan elogiando a las mujeres maduras, pero yo no entendĂa. Lo entendĂ en ese momento, Amk. Él tiene una mamada, si ve una mariposa, su vida se prolongará. Te lo saquĂ© de la boca. Me levantĂ© y me quitĂ© el camisĂłn. Le hice acostarse en la cama.
Me arrodillĂ© y comencĂ© a lamerle el coño. Cuando la mujer gime, viene mi lamida, pero es algo muy agradable. Me mojĂ© completamente y lo lamĂ hasta enloquecerme de placer. Luego me puse detrás de Ă©l y comencĂ© a frotarme la polla. “Vamos, mĂ©telo, amor mĂo”, gimiĂł. Lentamente puse mi polla en ella. Lo agarrĂ© por la cadera con ambas manos. EmpecĂ© a joder a Smack. Estábamos jodiendo como locos. Él estaba gimiendo mientras lo follaba en el coño. EmpecĂ© a ser cada vez más rápido. SolĂa sacarlo por poco tiempo y volver a meterlo a veces para no decantarlo. Por supuesto, tampoco soy un playboy, pero estoy cansado. La agarrĂ© por el pelo. EmpecĂ© a joder duro. “A la mierda mi coño. AlimĂ©ntame, esposo mĂo. Mi amor”, y asĂ sucesivamente, Ă©l me estaba acelerando. Por supuesto, cuanto más lo dice, más satisfecho está mi ego, más lo disfruto.
Sentà que era hora de dejarlo. Le solté el pelo y me incliné hacia adelante. Comencé a besarle el hombro mientras acariciaba y pellizcaba sus senos. Unos segundos después, eyaculé en él como el monte Etna. No me quedan fuerzas en las piernas. Salà suavemente y me acosté boca arriba en la cama. Le dije: “Dame 5 minutos y luego nos ducharemos.””Está bien, mi amor. Iré a llenar la bañera”, dijo y se fue. Después de descansar, fui al baño. Nos metimos juntos en la bañera e hicimos el amor. Nos lavamos bien. Nos secamos y salimos del baño. Me vestà y la besé una vez.
Y luego volvà a casa, pero qué más puedo escribir, han pasado unas horas.
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