En realidad, nunca me interesaron mis compañeros, hasta que vi a Layla. Leyla es una persona de 18 años, cabello negro, ojos verdes oliva, menuda, linda y tambiĂ©n mi cliente. Viene al menos 2 veces al mes para que le quiten las cejas, le corten el pelo, etc. Un dĂa, cuando volviĂł a depilarse las cejas, me dijo: “Hermana, nunca me he depilado la parte delantera, me he afeitado con una navaja desde que era niña, asĂ que mi cabello es muy a menudo y de color negro. Quiero que me lo quiten con cera, no puedo conseguirlo yo mismo, me da vergĂĽenza alguien más.”dijo.
Le dije: “Cariño, ÂżestarĂa bien? ¡Lo tomarĂ©, será como un tobogán, tu coño! Dije. Avergonzado, sonriĂł. “Pero ahora estoy ocupado, ven alrededor de las 20:00 de la noche, ¡nadie se queda a esa hora, me lo tomarĂ© con calma! Dije. “¡Muy bien, hermana!ӎl dijo…cuenta que Leyla llegĂł a las 20:05 de la noche de ese dĂa hikayemobil.com los lectores. Se habĂa cambiado de ropa desde la mañana y vestĂa chándal. Llevaba un chándal ajustado y una camiseta escotada. Ella se veĂa muy hermosa, me impresionĂł a pesar de que era una dama.
“¡Bienvenido, cariño, vamos a la parte de atrás! “Dije, pasamos. “¡ Mientras preparo la cera, quĂtate la parte inferior por completo, acuĂ©state en el asiento de cera! ¡No tienes que quitarte la blusa, pero Ă©l puede quitársela para que no quede mancha!Dije. Él dijo: “¡Está bien, hermana!”ella dijo que simplemente se quedĂł con el sostĂ©n puesto y se recostĂł boca arriba en el asiento. SeparĂ© sus piernas, su coño estaba muy peludo y ella apretĂł los pelos, “Cariño, ÂżquĂ© hiciste con una navaja asĂ?Dije. Ella dijo: “Hermana, Âżpor quĂ© ya me da vergĂĽenza? ¡Siempre me importará depilarme de ahora en adelante, para que no sea frecuente!”dijo. AsĂ que me reĂ y toquĂ© su coño para comprobarlo con la mano y abrĂ los labios de su coño. Pussy incluso se metiĂł una navaja en los labios…Ella se sobresaltĂł cuando la toquĂ© y la revisĂ©.
Riendo, dijo: “¿QuĂ© pasa, chica?Dije. Él dijo: “¡Esta es la primera vez que alguien más toca mi mano !”dijo. “¡Hmm!”Dije, y me puse la cera, la peguĂ© por todas partes y la quitĂ©. Leyla gritĂł, lágrimas brotaron de sus ojos. “¡Está bien, cariño, está bien! ¡Duele asĂ porque lo cortaste con una navaja antes!Dije. Lo peguĂ© unas cuantas veces más y lo quitĂ©. MirĂ© y hay pelos hacia el gilipollas, “¡Necesitas levantarte y agacharte, yo tambiĂ©n tomarĂ© eso!Dije. Leyla se levantĂł y se parĂł frente a mĂ. TambiĂ©n lo comprĂ© allĂ, ese look peludo desapareciĂł, saliĂł como un tobogán. LevantĂ© el espejo y se lo mostrĂ©. “Hermana, eres genial, ¡muchas gracias!”ella dijo y abrazĂł mi cuello. Y me reĂ, ” ¡Vamos a la cama y lubricĂ©moslo!Dije. “¡Muy bien, hermana!”dijo que se acercĂł hacia atrás.
AsĂ que revisĂ© a Jul con mi mano primero, acariciando su coño, ” ¡Lo tengo bastante limpio !Dije. Leyla se moviĂł un poco. Luego tomĂ© el aceite, lo puse en mi mano y la hice comer bien. Cuando separĂ© los labios de su coño, el agua saliĂł de su coño. “Querida, Âżestás impresionada? ÂżTuviste un orgasmo?Dije. Leyla estaba avergonzada, negĂł con la cabeza en el sentido de que sĂ…”¡La chica es una puta, tĂş tambiĂ©n me preguntas!”Dije y me bajĂ© al sofá:’ ¡Eres muy hermosa, Leyla, eres muy sexy! ÂżEres virgen?Dije. “¡SĂ, hermana!”dijo. “¿Alguna vez has besado a alguien?Dije. “¡Me besĂ©, pero Ă©l simplemente se quedĂł allĂ, ¡no hubo más!”dijo. “¡Hmm!Dije. Leyla dijo: “En realidad, ¡realmente lo quiero, hermana, estoy cansada de eyacular sobre mĂ misma!”dijo. Me reĂ y besĂ© a Leila en los labios.
Leyla, ” ÂżQuĂ© estás haciendo, hermana?ӎl me empujĂł, diciendo:’ Se levantĂł y huyĂł. Inmediatamente me encontrĂ© con Leyla, ” ¡No, no es tan cachondo y huyendo, perra!”Dije y comencĂ© a hacer pucheros en los labios justo cuando peguĂ© a Leyla a la pared. Leyla no quiso al principio, pero luego respondiĂł y dejĂł de luchar. Beso a beso, la llevĂ© a donde dormĂa, la tirĂ© sobre la cama. DespuĂ©s de besarme durante mucho tiempo, aterricĂ© sobre sus pechos. ChupĂ© sus pechos, poco a poco, besĂ© todo su cuerpo y besĂ© entre sus piernas. Dic. Primero besĂ© el interior de sus piernas, luego besĂ© su coño, chupĂ© su clĂtoris.
Leyla, ” ¡Ohhh hermana!ӎl comenzĂł a gemir, diciendo. Le di un orgasmo a Leyla con mi lengua y lamĂ el coño chorreante de Leyla durante otros 10 minutos. Leyla gemĂa debajo de mĂ y literalmente empujaba mi cabeza dentro de su coño…despuĂ©s de consolar a Leyla, ella dijo: “¡Vamos, ahora lámeme, pequeña perra !”asĂ que inmediatamente me desnudĂ© y pasamos a la posiciĂłn 69 y puse mi coño en la boca de Leyla. Mientras Ă©l lamĂa mi coño, yo lamĂ su coño y eyaculamos en la boca del otro, tragándonos los jugos del coño del otro. Luego agarrĂ© el peine de cepillo más grueso por dentro, volvĂ y puse un poco de vaselina en el mango del peine.
Leyla parecĂa un poco asustada: “¿QuĂ© vas a hacer con Ă©l, hermana?”dijo. “¡Te darĂ© un verdadero placer!Dije. Leyla, ” ¡Hermana, soy una niña!”dijo. “¡Lo sĂ©, querida, lo harĂ© por detrás!Dije. “¡Pero no hagas daño!”dijo. “¡No te preocupes,no te harĂ© daño! “Dije:” Hice que Leyla se acurrucara frente a mĂ y le puse vaselina en el culo. Su trasero era muy estrecho, al principio expandĂ ligeramente su fruncido con mi dedo. Luego frotĂ© un poco el mango del peine y lo insertĂ© suavemente en su trasero. Leyla dijo: “¡Duele, hermana, no lo hagas!”tratĂł de pasar de contrabando diciendo. “¡Silencio, no te muevas, ya pasará!”diciendo eso, de repente peguĂ© el mango del peine hasta la raĂz. Leyla gritĂł muy mal, las lágrimas brotaron de sus ojos” “Hermana, ¡duele mucho, espera un minuto, no te muevas!dijo…
DespuĂ©s de que el mango del peine esperĂł un poco en su trasero, espontáneamente comenzĂł a mover su trasero. Cuando su trasero se acostumbrĂł, insertĂ© el peine rápidamente y lo saquĂ©. Leyla comenzĂł a gemir de placer esta vez. Le estaba acariciando el coño al mismo tiempo que le metĂa y quitaba el mango del peine en el culo, y Leyla estaba a punto de morir de placer. DespuĂ©s de que Leyla tuvo un orgasmo como este una vez, le puse el peine en la mano y ella hizo lo mismo conmigo, me lo metiĂł en el culo. DespuĂ©s de follarme un poco el culo con un peine, le pedĂ que me lo metiera en el coño.
Cuando Leyla vio el placer que sentĂ cuando me metiĂł el peine en el coño y me lo sacĂł, dijo: “¡Hermana, yo tambiĂ©n quiero mi coño!”dijo. “¿ Estás seguro de que quieres esto? ÂżQuĂ© hay de tu niñez?Dije. “¡SĂ, hermana, estoy segura! ¡Rompe mi niñez, dĂ©jame ser tu mujer! “él dijo … AcostĂ© a Leyla boca arriba, abrĂ las piernas y apliquĂ© un poco más de vaselina en el mango del peine y comencĂ© a insertarlo lentamente en su coño. Leyla gritaba mal, la besĂ© en los labios para que dejara de gritar y comencĂ© a besarla. Cuando el sonido se detuvo, metĂ el mango del peine hasta el fondo de su coño y lo girĂ© un poco hacia la derecha y hacia la izquierda por dentro.
Cuando lo saquĂ© de su coño, el mango del peine estaba cubierto de sangre. La sábana de mi cama estaba empapada, mis manos sangraban y la sangre no paraba. Lo peor de todo fue que Leyla no hizo ningĂşn sonido. Ella se habĂa desmayado. Lo abofeteĂ©, lo sobrieguĂ© con Kolaniya, volviĂł en sĂ. “¿Estás bien, querida?Dije. Primero, dijo: “¡Estoy bien, hermana!”dijo, pero vio la sangre, tenĂa miedo, estaba preocupado. “¡No tengas miedo, querida, tu infancia acaba de desaparecer! “Dije que se calmĂł un poco. Apenas detuvimos la sangre, luego hice que Leyla se duchara. Ella caminaba con fuerza de camino al baño y de regreso, diciendo: “¡Vete a la cama y descansa un poco, cariño !Dije.
Durmió poco, descansó. Su sangre también fue cortada “” ¡Hermana, no entendà nada de esto!”dijo y volvió a separar las piernas. Lamiéndole el coño, comencé a follarle el coño de nuevo a Leila con el mango del peine. Y cuando él le tocó el culo, ella tuvo un orgasmo y el agua fluyó de su coño como una fuente.
Besándome los labios, dijo: “¡Eso fue muy lindo, hermana!”dijo.A partir de ese dĂa, tenemos relaciones sexuales con Leyla todos los dĂas (excepto ciertos dĂas). Ahora tambiĂ©n tenemos Vibrador, no hace falta peine, me follo a Leyla con Vibrador durante horas todos los dĂas, y ella me folla, claro. Ya no acepto dinero de transacciones de peluquerĂa de Leyla.
¡Amo mucho a Leyla, es mi mujer!
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