Como dije, tenĂa 17 años en ese momento. Era junio y las escuelas acababan de cerrar, asĂ que nos mudamos a nuestra casa de verano en Mersin. Mi tĂa acababa de casarse, y ella y mi cuñado habĂan venido a vernos con la intenciĂłn de visitarnos y de pasar una semana de vacaciones. SolĂa admirar a mi tĂa, ella solĂa alejarme de mĂ con su cuerpo muy hermoso, piernas sexys. SolĂa disparar 31 todo el tiempo pensando en mi tĂa. Era mediodĂa cuando llegaron mis tĂas. DespuĂ©s del saludo, nos sentamos y comenzamos a charlar. Llevaba solo traje de baño corto porque acababa de llegar de nadar. Tengo un cuerpo musculoso en lo que hago badi. Mi tĂa me dijo: “¡Te has vuelto muy guapo desde el principio, tus mĂşsculos son geniales, no dejas a las chicas de noviembre por aquĂ ahora !”dijo. Mi tĂa tambiĂ©n vino con un vestido diminuto, me volviĂł loca con sus piernas sexys.
Le agradecĂ a mi tĂa y le dije: “¡No puedo encontrar a nadie tan hermosa como tĂş, tĂa!”Lo felicitĂ© diciendo:”. A mi tĂa le gustĂł mucho. Por supuesto, a mĂ tambiĂ©n me gustĂł mucho, y mi polla empezĂł a levantarse un poco. Yo digo: “¡Me estoy metiendo en la ducha !”dicho eso, salĂ del pasillo y me dirigĂ al baño. Mi objetivo era ir al baño y sacar 31 y relajarme, porque cuanto más veĂa a mi tĂa asĂ, podĂa mostrarles a todos que ya no podĂa cuidar mi polla. Tan pronto como entrĂ© al baño, inmediatamente me quitĂ© los pantalones cortos y comencĂ© a disparar 31. Solo habĂan pasado unos minutos cuando de repente se abriĂł la puerta del baño y mi tĂa y yo nos estábamos mirando mientras tiraba de mi polla 31 en la mano. OlvidĂ© cerrar la puerta por emociĂłn. Mi tĂa se riĂł sucio sucio, ” ¡Disculpe !”saliĂł del baño y cerrĂł la puerta. Estaba avergonzado y muy enojado conmigo mismo.
Entonces pensĂ©, vamos, olvidĂ© cerrar la puerta con llave, pero aunque dije que iba al baño en pĂşblico, mi tĂa se quedĂł atorada en mi cabeza sobre por quĂ© se zambullĂł en el baño sin siquiera hacer clic en la puerta. No pude salir de eso. DejĂ© de filmar 31, que ya era por entusiasmo. Me metĂ en la ducha, me lavĂ© y me fui. Cuando entrĂ© al pasillo, la mesa estaba siendo preparada. Mi tĂa se reĂa todo el tiempo, mirándome. PasĂ© caminando, carmesĂ de vergĂĽenza, y me sentĂ© en la esquina. Mi cuñado Murat vino a verme y empezamos a charlar. Cuando se trataba de chicas, mi cuñado me dijo:”¿Tienes novia? ÂżO alguien con quien sales todo el tiempo?”cuando Dec preguntĂł, mi tĂa intervino riendo y dijo:’ ¡Él no tiene novia!”dijo. Quiero decir, (¡Si tuviera novia, no habrĂa disparado a 31!) lo trajo para decirlo y me golpeaba con las palabras.
DespuĂ©s de comer, mi tĂa dijo: “¡Vayamos temprano a la playa, tomaremos el sol y nadaremos!”dijo. A mi tĂa, le dije: “¡Está bien!”Le dije, y a mi cuñado,’ ÂżNo vienes?”PreguntĂ©. Mi cuñado dijo: “¡No, estoy bien asĂ, vete!”dijo. Mi tĂa y yo Ăbamos a ir solos, y estaba avergonzado por lo que acababa de suceder. La playa estaba un poco lejos de casa y estábamos caminando. No pude soportarlo en el camino y dije: “¡TĂa, lamento que me veas asĂ!Dije. Mi tĂa se riĂł y dijo: “¡Eres joven, esas cosas suceden!”dijo y señalĂł mi polla con los ojos,” ¡Y quĂ© era eso, era como una manguera!”dijo. Me sorprendiĂł que mi tĂa dijera esto: “¿No lo entiendo, tĂa?Dije. Y mi tĂa dijo: “Comparado con tu cuñado, el tuyo es como una manguera, ¡las chicas que estarán contigo tienen mucha suerte!”dijo.
¡Dios mĂo, de quĂ© estaba hablando la tĂa! Me sorprendiĂł lo que sufrĂ frente a estas palabras y no pude controlar mi polla. Llegamos a la playa escondiendo mi polla con una toalla. Alquilamos dos hamacas desde allĂ y comenzamos a tomar el sol. Mi tĂa se quitĂł la ropa de mar y se acostĂł en la tumbona en bikini. SacĂł protector solar de su bolso y comenzĂł a frotárselo en la cara con los brazos. Luego se dio la vuelta y me entregĂł la crema, diciendo: “¡Vamos, ayuda un poco a tu tĂa!”dijo. No querĂa levantarme, porque mi polla estaba lo suficientemente levantada como para rasgarme los pantalones cortos y la escondĂ con una toalla, aunque tratĂ© de bajarla, me volvĂ loca cuando vi a mi tĂa en bikini.
Mi tĂa volviĂł su rostro hacia mĂ y dijo: “¡Vamos!”cuando dijo, metĂ la mano debajo de la toalla en los pantalones cortos, enderecĂ© la polla y me puse de pie. Aunque tratĂ© de arreglarlo, era muy obvio. Cuando mi tĂa me vio asĂ, se echĂł a reĂr de nuevo. Yo, por otro lado, volvĂ a sentarme avergonzado y me sentĂ©. Mi tĂa dijo: “¡Está bien, está bien, lo siento, estas cosas suceden, eres joven!ӎl estaba tratando de tomar mi corazĂłn diciendo. Entonces, ” ¡Vamos!”dijo. Me levantĂ© con mi polla, que se habĂa bajado un poco por mi vergĂĽenza, fui con mi tĂa y comencĂ© a frotarle crema en la espalda. Mientras conducĂa, mi tĂa me bajĂł hasta la cintura y dijo :” Un poco más abajo… un poco más…”.
El trasero de mi tĂa era muy hermoso, y me volvĂa loco cuanto más se acercaban mis manos a ella. Mi tĂa dijo: “¡Vamos, conduce un poco sobre mis piernas y de ahĂ a mis pantorrillas!”dijo. Le dije: “¡TĂa, puedes conducir allĂ tĂş misma!Dije. Porque desde el momento en que puse mi mano en tus piernas, con las que he estado soñando durante años, quise besar y lamer, podrĂa haber perdido el control terriblemente. Y mi tĂa dijo: “¡Vamos, no me obligues a hacerlo, haz lo que te digo!”dijo. Pero lo dijo en el modo de orden. Y yo dije: “¡El pecado se ha ido de mĂ!Dije. SĂ, dije esto incorrectamente en voz alta. Olvidándome de aplicar crema en mi mano, puse mi mano en sus piernas. Mi tĂa se echĂł a reĂr y dijo: “¡Te vas a poner crema, estĂşpido!”dijo. No hice ruido, y seguĂ vertiĂ©ndome un poco de crema en la mano y frotándola, incluso acariciándola. Ahora dejĂ© de ser tĂmida y comencĂ© a acariciar las piernas con las que habĂa estado soñando.
Mi tĂa dijo con voz ronca: “¡Un poco hacia arriba, hacia mis pantorrillas! “dijo. Hice lo que dijo, y poniĂ©ndome un poco encima de Ă©l, comencĂ© a pasarle las manos por las pantorrillas y a tocarle las nalgas engañosamente de vez en cuando. Cuando mi tĂa comenzĂł a retorcerse un poco despuĂ©s de estos toques, mirĂ© a mi tĂa y la vi mordiĂ©ndose los labios. Esto me animĂł aĂşn más, y ahora comencĂ© a poner mi mano en su trasero a fondo, incluso en su coño. Mi tĂa ya estaba empezando a gemir. Un poco más tarde me dijo: “¿Quieres que te consuele?”dijo. Yo digo: “¿QuĂ© tipo de alivio?”cuando le preguntĂ©, de repente se levantĂł, me tomĂł de la mano y me llevĂł al mar.
Nos abrimos bien. Se acercĂł a mĂ y puso sus manos en mi cuello, envolviĂł sus piernas alrededor de mi cintura y puso su coño sobre mi polla. Nuestros labios casi se tocan. Llevaba a mi tĂa en mi regazo y trataba de no caerme al agua si era difĂcil. Lo que pasĂł un poco más tarde, vine. Era obvio por mis ojos que estaba eyaculando, ” ÂżEstás aliviado?ӎl preguntĂł. Moviendo la cabeza, dije: “¡SĂ!Dije. Y mi tĂa dijo: “Pero no me siento aliviada, ÂżquĂ© hay de mĂ? “cuando dijo, mi corazĂłn comenzĂł a latir y mi pene comenzĂł a hincharse de nuevo. Mientras estaba de pie en silencio silencioso con la lengua tragada frente a esta palabra que escuchĂ©, mi tĂa dijo en tono emocionado: “¿CĂłmo lo haremos? Vamos al hotel, creo que vi un hotel en el camino. Iremos allĂ, ¡y son solo las 3 en punto, tenemos tiempo!”dijo. Fue como si me tragara la lengua. Mi tĂa dijo: “Vamos, Âżde quĂ© estoy hablando aquĂ?”cuando dije eso, recuperĂ© el sentido.
Salimos rápidamente del mar y nos secamos. Mi tĂa se puso su ropa de mar en un instante, me agarrĂł de la mano y me arrastrĂł tras ella. TodavĂa estaba conmocionada por lo que habĂa experimentado. En el camino, mi tĂa dijo: “Lo que hemos pasado se quedará entre nosotros, nadie lo sabrá, Âżde acuerdo? Dic.”dijo. Y yo dije: “¡Está bien, tĂa!”cuando dijo:’ ¡No hay tĂa! ¡Hoy no soy tu tĂa, soy tu amante!”dijo. Llegamos al hotel que mencionĂł. “¡Espera afuera, nos conseguirĂ© una habitaciĂłn!”dijo. Unos minutos despuĂ©s vino con la llave y volvimos a entrar a la habitaciĂłn cogiĂ©ndome de la mano.
Tan pronto como entrĂ© en la habitaciĂłn, mi tĂa cerrĂł la puerta y se aferrĂł a mis labios. Estaba explotando, besando, oliendo mis labios, mi cuello, mis pechos musculosos. AsĂ que no pude soportarlo más, tirĂ© a mi tĂa a la cama, le quitĂ© la ropa con un chasquido y comencĂ© a besar su cuerpo mientras ella vestĂa bikini. Mi tĂa seguĂa diciendo: “¡Mi hombre, mi amor !ӎl me lo estaba diciendo. Me bajĂ© los pantalones cortos y mi tĂa se quitĂł la parte superior del bikini. Sus hermosas tetas estaban frente a mis ojos, inmediatamente me besaron, comencĂ© a besar y lamer. Mi tĂa tambiĂ©n puso su mano sobre mi polla y comenzĂł a acariciarla. Nos besamos durante mucho tiempo. Cuando mi tĂa se quitĂł la parte de abajo del bikini, las dos estábamos desnudas.
Mi tĂa inmediatamente me acostĂł boca arriba y tomĂł mi polla en su boca. “¡Nunca habĂa visto una polla asĂ!ӎl estaba lamiendo y tragando mi polla, diciendo. TambiĂ©n estaba experimentando los picos de placer que recibĂa mientras cerraba los ojos. Mi tĂa sacĂł la boca de mi polla y comenzĂł a insertar lentamente mi polla en su coño, que ardĂa como el fuego, yendo directamente encima de mĂ. He besado y hecho una mamada con una chica antes, pero esta era la primera vez que tenĂa relaciones sexuales con alguien, y fue mi tĂa quien hizo realidad mis sueños. Ahora mi tĂa me habĂa metido toda la polla y estaba empezando a saltar sobre mi regazo. Pero Ă©l gritaba tan fuerte que no puedo explicarlo. AsĂ que estaba poniendo mis manos alrededor de la cintura de mi tĂa y haciĂ©ndola saltar cĂłmodamente.…
Cuando me di cuenta de que mi tĂa estaba cansada mientras saltaba, la tomĂ© debajo de mĂ sosteniĂ©ndola en mi regazo para cambiar de posiciĂłn y comencĂ© a bombear su coño en serie. Mi tĂa inmediatamente envolviĂł sus piernas alrededor de mi mano y comenzĂł a gemir debajo de mĂ. Pude leer el placer en sus ojos. Cuando mi tĂa gemĂa debajo de mĂ, era tan hermosa que no podĂa tener suficiente de besar sus labios. Mi tĂa no pudo soportarlo mucho y temblorosamente tuvo un orgasmo. Tampoco pude evitarlo y eyaculĂ© accidentalmente en Ă©l. Los dos estábamos sin aliento.
Me quedĂ© sobre ella un rato, salĂ de su coño y caĂ sobre la cama. Mi tĂa se acercĂł a mĂ. Puso su cabeza sobre mi pecho, acariciĂł mi cuerpo con sus manos y comenzĂł a frotarse las piernas arrojándolas sobre mĂ, o más bien hacia mi polla. TodavĂa creĂa en lo que estábamos pasando, y habĂa un poco de arrepentimiento mezclado con miedo dentro de mĂ. “¡QuĂ© hemos hecho!”cuando dije, mi tĂa dijo:’ ¡Hicimos lo que ambos querĂamos!”entonces comenzĂł a darme pequeños besos en el pecho. En ese momento, sonĂł su telĂ©fono. Fue mi tĂo quien llamĂł. LevantĂł el telĂ©fono y, mirándome, dijo: “¿Señor, cariño?”dijo. Pero era como si Ă©l me lo hubiera dicho a mĂ y no a ella. Pude escuchar la voz de mi cuñado, le dijo a mi tĂa: “¿QuĂ© has hecho, estás bien?”cuando dijo, mi tĂa dijo:’ SĂ, nos estamos divirtiendo mucho con Erkan, Erkan mencionĂł un lugar, es muy agradable, pasaremos por allĂ tambiĂ©n, ¡llegaremos un poco tarde!”dijo. Mi cuñado dijo: “¡Bueno, está bien!”dijo.
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